Fisura anal
La fisura anal es un problema común que puede generar molestias importantes en la vida diaria. Aunque suele ser benigna, es una de las causas más frecuentes de dolor anal y muchas veces se confunde con las hemorroides.
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Cirugía láser
En algunos casos puede llevarse a cabo como cirugía laparoscópica.
Cirugía de Fisura anal
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¿Qué es una fisura anal?
La fisura anal es una pequeña herida o desgarro en la superficie que recubre el ano. Esta lesión suele originarse por el paso de heces duras o por episodios de diarrea, lo que produce un estiramiento excesivo y ruptura del tejido.
Síntomas principales
Los síntomas de la fisura anal son muy característicos:
- Dolor intenso durante o después de evacuar, descrito como un ardor o desgarro.
- Sangrado leve, normalmente en forma de manchas rojas en el papel higiénico o en la superficie de las heces.
- Espasmo del esfínter anal, que puede hacer más dolorosa la evacuación y retrasar la cicatrización.
- Miedo a evacuar, lo que puede provocar estreñimiento y empeorar el problema.
Es importante destacar que, aunque la fisura anal es frecuente, no todo dolor o sangrado en la región anal se debe a ella.
Clasificación de la fisura anal
Las fisuras pueden clasificarse en:
- Agudas: Son lesiones recientes, menores de 8 semanas de evolución. Tienen bordes limpios y suelen cicatrizar con tratamiento conservador.
- Crónicas: Persisten por más de 8 semanas. Presentan bordes endurecidos, un pequeño pliegue de piel o una hemorroide. Estas suelen requerir un manejo más especializado e incluso cirugía.
Tratamiento conservador
Para la mayoría de los casos, que son fisura agudas, el tratamiento es conservador:
- Modificación de hábitos intestinales:
- Incrementar el consumo de fibra en la dieta.
- Beber suficiente agua durante el día.
- Evitar esfuerzos excesivos al evacuar.
- Medidas locales:
- Baños de asiento con agua tibia por 10–15 minutos, varias veces al día. Esto ayuda a relajar el esfínter y disminuir el dolor.
- Cremas o pomadas con anestésicos locales para aliviar la molestia.
- En algunos casos, se indican pomadas con medicamentos que ayudan a relajar el esfínter anal.
- Control del dolor: Con analgésicos simples cuando el dolor es intenso.
Con estas medidas, muchas fisuras anales agudas cicatrizan en pocas semanas.
Tratamiento quirúrgico
Cuando la fisura se vuelve crónica o no responde a las medidas conservadoras, es necesario considerar la cirugía.
La cirugía tiene altas tasas de éxito y suele resolver el problema de manera definitiva. En algunos centros también se emplean tratamientos alternativos como la inyección de toxina botulínica en el esfínter, con el objetivo de relajarlo temporalmente. Esta técnica puede ser útil en casos seleccionados.
Conclusión
El diagnóstico oportuno y el tratamiento adecuado permiten recuperar la calidad de vida y evitar complicaciones. Si presentas síntomas compatibles con una fisura anal, lo más recomendable es acudir con tu especialista.



