Cirrosis por alcohol

Enfermedades del Hígado es la 4º causa de mortalidad en México.

Cirrosis por alcohol: una guía para pacientes

La cirrosis por alcohol es una enfermedad crónica y progresiva que representa la cuarta causa de mortalidad en México. Es una condición grave en la que el tejido hepático sano es reemplazado por tejido cicatricial (fibrosis), lo que impide que el hígado funcione correctamente.

¿Cómo se desarrolla la cirrosis alcohólica?

El hígado es el órgano responsable de procesar el alcohol. Cuando se consume en exceso y de forma prolongada, sus células se inflaman, se dañan y finalmente mueren. Con el tiempo, el proceso de reparación natural del hígado genera cicatriz.

No existe una cantidad específica de alcohol que garantice el desarrollo de cirrosis, puede variar en cada persona. Estudios indican que el consumo equivalente de 6 – 8 latas de cerveza al día en hombres y 3 – 5 en mujeres durante años, eleva el riesgo de desarrollar la enfermedad. Las mujeres son más vulnerables a los efectos dañinos del alcohol debido a diferencias en su metabolismo.

La enfermedad progresa en varias etapas, que pueden resumirse en la siguiente tabla:

EtapaCaracterísticasReversibilidad
Hígado Graso (Esteatosis)Acumulación de grasa en las células hepáticas. A menudo asintomática.Generalmente reversible al dejar el alcohol.
Hepatitis AlcohólicaInflamación y muerte de células hepáticas.Potencialmente reversible con abstinencia total.
CirrosisFormación de cicatrices extensas y nódulos que destruyen la estructura del hígado.El daño es generalmente irreversible. El tratamiento se enfoca en detener la progresión.

Síntomas de la cirrosis alcohólica

En sus primeras etapas, la cirrosis puede no presentar síntomas. Cuando el daño avanza y aparecen síntomas (cirrosis descompensada), estos pueden incluir :

  • Cansancio y pérdida de peso.
  • Ictericia: Coloración amarillenta de la piel y los ojos.
  • Ascitis: Acumulación de líquido en el abdomen.
  • Hinchazón en piernas, pies o tobillos (edema).
  • Facilidad para formar moretones.
  • Picazón en la piel.
  • Confusión mental, somnolencia (encefalopatía hepática).
  • Vómitos con sangre o heces negras (indicativo de sangrado digestivo).

Diagnóstico y opciones de tratamiento

El diagnóstico se realiza mediante la combinación de la historia clínica del paciente, un examen físico, análisis de sangre (para evaluar la función hepática), estudios de imagen (como ecografía, tomografía o elastografía) y, en algunos casos, una biopsia hepática .

  1. Abstinencia absoluta de alcohol: Es el pilar más importante del tratamiento. Evitar por completo el alcohol es la medida más efectiva para preservar la función hepática restante.
  2. Tratamiento nutricional: Una dieta saludable, baja en sal (para controlar la retención de líquidos) y con los nutrientes adecuados es fundamental para combatir la desnutrición asociada .
  3. Manejo de complicaciones: Tu médico puede recetar medicamentos como diuréticos para la retención de líquidos, o betabloqueantes para reducir el riesgo de sangrado por várices esofágicas.
  4. Trasplante hepático: En casos de insuficiencia hepática avanzada, el trasplante puede ser la única opción curativa. Para ser candidato, es necesario mantener la abstinencia de alcohol por un período determinado.

Conclusión

La cirrosis por alcohol es una enfermedad grave, pero su progresión puede detenerse. El diagnóstico temprano y la abstinencia del alcohol son las claves para un mejor pronóstico.