¿Qué son los divertículos?

Cuando una persona tiene divertículos, se dice que padece diverticulosis, la cual es una condición muy común y, en la mayoría de los casos, no es una enfermedad en sí misma y no causa síntomas.

El problema surge cuando una o más de estas bolsas se inflaman o infectan y entonces se le denomina diverticulitis. Esta condición sí causa síntomas significativos y requiere atención médica urgente.

Diverticulosis vs. Diverticulitis: Entendiendo la diferencia

Aunque están relacionadas, no son lo mismo. La siguiente tabla aclara las principales diferencias:

Característica	Diverticulosis (Tener divertículos)	Diverticulitis (Divertículos inflamados/infectados)
Definición	Presencia de bolsas (divertículos) en el colon.	Inflamación o infección de una o más de esas bolsas.
Síntomas comunes	No hay síntomas. Algunos pueden tener cambios en el ritmo intestinal (estreñimiento o diarrea).	Dolor abdominal, fiebre, náuseas y cambios en las heces.
Gravedad	Condición generalmente benigna.	Condición grave que puede requerir tratamiento urgente.

Causas y factores de riesgo

Se cree que los divertículos se forman cuando la presión dentro del colon empuja contra puntos débiles en la pared intestinal. Este esfuerzo puede deberse al estreñimiento, frecuentemente asociado a una dieta baja en fibra.

Varios factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar diverticulitis :

• Edad: Es más común después de los 50 años, y su frecuencia aumenta con la edad.
• Alimentación: Dietas bajas en fibra y altas en carnes rojas.
• Estilo de vida: Falta de ejercicio, obesidad, fumar y consumo excesivo de alcohol.
• Genética: Ciertos genes pueden predisponer a padecer la enfermedad.
• Medicamentos: El uso de esteroides, opioides y antiinflamatorios no esteroideos (AINE) puede aumentar el riesgo.

Síntomas de la diverticulitis

Reconocer los síntomas de la diverticulitis es crucial para buscar ayuda a tiempo. Los más comunes incluyen:

• Dolor abdominal: Suele ser repentino, intenso y localizado en la parte inferior izquierda del abdomen, aunque puede comenzar de forma más leve y empeorar progresivamente.
• Fiebre y escalofríos: Son signos de que existe una infección.
• Alteraciones en el ritmo intestinal: Puede presentarse tanto estreñimiento como diarrea.
• Náuseas y vómitos.
• Sensibilidad al tacto en el abdomen.

Diagnóstico y tratamiento

Cómo se diagnostica

Si se sospecha de diverticulitis, el médico realizará una exploración física y probablemente solicite pruebas para confirmar el diagnóstico, como :

• Análisis de sangre para detectar signos de infección.
• Tomografía computarizada (TAC) del abdomen, que es la prueba más fiable para visualizar los divertículos inflamados.

Una vez que pasa la fase aguda, el médico puede recomendar una colonoscopia para examinar todo el colon y descartar otras afecciones .

Opciones de tratamiento

El tratamiento depende completamente de la gravedad de la afección :

• Diverticulitis leve (sin complicaciones): Suele tratarse en casa con reposo, una dieta de líquidos claros por un breve periodo para reposar el intestino, y a veces, antibióticos.
• Diverticulitis grave o complicada: Requerir hospitalización y Cirugía. Está reservada para casos de complicaciones graves como perforación del colon, peritonitis (infección generalizada del abdomen), fístulas o para aquellos con episodios recurrentes de diverticulitis. La cirugía consiste en extirpar la parte afectada del colon.

Prevención: Claves para un colon sano

La mejor estrategia es prevenir la formación de divertículos y evitar que se inflamen. Estos cambios en el estilo de vida pueden marcar una gran diferencia:

• Consume una dieta rica en fibra: La fibra ablanda las heces y facilita su tránsito, reduciendo la presión en el colon . Incorpora frutas (manzanas, peras), verduras (brócoli, zanahorias), legumbres y cereales integrales (avena, arroz integral) a tu alimentación diaria .
• Bebe mucho líquido: El agua ayuda a que la fibra actúe de manera más efectiva .
• Haz ejercicio regularmente: La actividad física favorece el movimiento intestinal normal .
• Mantén un peso saludable .
• Evita fumar y limita el consumo de alcohol .

Un mito derribado: En el pasado, se recomendaba evitar semillas, frutos secos y palomitas de maíz. Sin embargo, estudios recientes han demostrado que estos alimentos no aumentan el riesgo de diverticulitis y, de hecho, son buenas fuentes de fibra.